Proyecto de reforma para una familia que quería sacarle el máximo rendimiento a un apartamento en el centro de Granada que estaba sin explotar.

 

El piso se encontraba como recién construido hace 50 años, es decir, lleno de colores intensos, mal cuidado, compartimentado y desordenado. De esta manera, este pequeño apartamento solo perdía valor y se veía más oscuro.

 

El proyecto se ha basado en modificar la distribución, cambiando la habitación secundaria con la cocina para poder abrirla al salón y hacer las estancias algo más amplias. También se ha explotado al máximo el almacenamiento con el diseño de mobiliario a medida en todo el apartamento.

 

La decoración, clásica-atemporal y elegante potencia el color blanco con molduras que decoran las paredes, hace que el apartamento encaje muy bien con los pisos céntricos de techos altos y suba su nivel.